Salimos de Lake Pukaki en dirección a Mt. Cook, y a medida que nos acercábamos nos empezó a envolver una niebla espesa. Pronto se puesto a llover. Aquí el clima puede variar drásticamente en cuestión de pocos kilómetros (incluso metros): Así, mientras en Lake Pukaki hacia un tiempo estupendo, unos pocos kilómetros más allá llovía torrencialmente.
Como llegamos con tiempo a Mt. Cook village, nos propusimos hacer un par de paseos por la zona. Fuimos a ver el Tasman Glacier y el Bluestream (que sale de este para desembocar en Lake Pukaki). Como veréis en las fotos el paisaje es lunar con unas montañas impresionantes detrás. Mientras dábamos el paseo llovía intermitentemente y tuvimos la suerte de poder fotografiar uno de los arco iris más impresionantes que hemos visto en nuestras vidas.
Cuando volvíamos al coche tuvimos la suerte de ver cazar a una pareja de Kareareas (un Halcón de por aquí). Se tiró en picado a por un conejo, que atrapó delante de nuestras narices. Nos pudimos acercar a el tanto que estábamos a un paso del halcón y de su preso. Éste no quería soltarla y nos miraba amenazante y curioso al mismo tiempo. Carlos tomó unas fotos (que podéis ver) mientras Miguel aguardaba detrás con una piedra en la mano por si el halcón se volvía agresivo por defender su comida.
Al día siguiente habíamos programado subir al Muller Hut (10km de ruta), y así lo hicimos. Fue una subida impresionante, empinada como ella sola, ascendiendo por terrenos escarpados hasta llegar a la nieve. Mentiríamos si dijéramos que no entrañaba algo de peligro.
Desde arriba pudimos filmar una avalancha impresionante, que algún día colgaremos en el blog. Las vistas del Mt. Cook y los glaciares eran sobrenaturales.
Cuando bajamos fuimos a pegarnos una ducha a un refugio público. Allí conocimos a un alemán que pasaba de los 70 años. Nos sorprendió que éste tuviera una cicatriz enorme (reciente) en el lado derecho de la cara y un ojo ensangrentado. Nos contó que había llegado esa misma noche cruzando el lago del glaciar en kayak pasada la media noche… mientras llovía torrencialmente. Había estado a punto de morir cuando se le cayó una roca en la cabeza (por eso tenía media cara en carne viva), y había perdido su reloj en una caída que había sufrido. Llevaba 5 días caminando solo por mitad del monte siguiendo una brújula y vestido con una camisa de lana… vaya personaje.
Esa noche escondimos el coche tras unos arbustos (para ocultarnos una vez mas de los del Departamento de Conservación), hicimos la cena y nos dispusimos a dormir plácidamente.
Fotos: Miguel, Icebergs desprendidos del Tasman Glacier, Arco Iris, Icebergs, Karearea, vista desde Muller, Carlos en Muller, Miguel en Muller, Mapa del Muller Track

miguelón, buen viaje este...volverás o ya te quedas por ahí??. Besete!
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