Días de Sol, Calor y Niebla

Del 16 al 21 de Agosto

La tentación en Queenstown tiene el sabor del chocolate. El chocolate en todas sus formas posibles. Vendido al peso y acompañado de un buen café.

En el centro del pueblo está Patagonia, una chocolatería estupenda. No podemos evitar entrar y tomar algo siempre que pasamos por delante. Es sencillamente irresistible. Allí trabaja Lucía, una amigable argentina que hace nuestros deseos realidad. Tiene un trabajo envidiable, repartir felicidad entre montañas de chocolate. No me extraña que nos reciba siempre con una amplia sonrisa.

Como ya hemos dicho en alguna ocasión, Nueva Zelanda no es tan grande. Mejor dicho, aquí no hay tanta gente, y no es tan raro volverte a encontrar con gente que hayas conocido. Una noche que salimos a dar una vuelta por el centro nos encontramos con Jessie, una tejana que conocimos en Takaka hace unos tres meses. Desde entonces nos hemos visto en la nieve, en la ciudad, allí donde hemos ido, la verdad.

El Sol sigue pegando fuerte, demasiado. No da la impresión de que estemos en pleno invierno, sino todo lo contrario. Hay días que el calor se hace sofocante en la montaña. Entre tanto la nieve se derrite a un ritmo escandaloso. Si no nieva pronto, vamos a poder esquiar más bien poco. La temporada empezó pronto y la nieve ha sido muy buena y abundante hasta el momento, por eso nos estamos librando de una catástrofe, pero tiene que nevar pronto.

Hay días que la niebla se levanta y lo cubre todo por debajo de la cota de nieve. Tan densa es que no puedes verte ni los pies. Esos días son los que más calor hacer. No se puede ver el sol pero el calor es asfixiante. Cuando subes por encima de la niebla el paisaje es espectacular. Anteti se abre un mar de nubes, llano como un plato. Solo sobresalen los picos nevados de los Alpes. Islas blancas salpicando el horizonte.

Esquiar en estas circunstancias es toda una experiencia. Cuando estás en la cumbre el sol brilla con una fuerza inusitada. Cuando miras arriba, al cielo, puedes apreciar la profundidad del espacio... la oscuridad de color azul. La visibilidad es infinita hasta que, de repente, entras en el mar de nubes y dejas de verte las manos. Paras y en vano buscas puntos de referencia. No ves la nieve que tienes bajo los esquís, así que solo te queda guiarte por el recuerdo que tienes de las pistas y por el sonido de la gente y los telesillas.

No solo hemos esquiado estos días, aunque sin duda ha sido la principal actividad. El fin de semana salimos por ahí con nuestros compañeros de piso. Las chicas se fueron pronto a casa porque se cogieron una muy gorda al principio de la noche. Los chicos aguantaron hasta el final de la noche, pero se agarraron tal melopea que llegó un momento que no se les entendía ni una palabra. Además uno de ellos se puso farruco con una camarera y nos acabaron echando de un garito... En fin, éstos ingleses no tienen punto medio... Son tan "polite", que cuando salen de fiesta se desmadran demasiado.

El lunes decidimos hacer una excursión a Wanaka, que está casi a un par de horas en coche de Queenstown. Como ya contamos én aquella primera ocasión que estuvimos, es un pueblo precioso. Más pequeño y ruidoso que Queenstown, pero igual de caro y turístico. Tomamos un café en el "Cinema Paradiso", aquel pequeño cine con tanto encanto.

No contentos con la excursión, acabamos en un interminable camino de tierra en dirección al Mt. Aspiring. El camino discurre por los valles, siguiendo los ríos, entrando en la Nueva Zelanda profunda, dejando lejos la civilización... Hasta que un río demasiado profundo como para cruzarlo nos detuvo y decidimos parar a comernos unos bocatas en la orilla.

Carlos y Chiqui han reaparecido en escena. Después de haber pasado unos días en Dunedin y la Península de Otago, han vuelto para alquilarse una casa en Arrowtown, un pueblo vecino. Fue genial subir con ellos a la nieve, pero lamentablemente nos hemos puesto enfermos y no hemos podido coincidir todo lo que hubiéramos querido.

Si, después de todo lo que hemos pasado, hemos enfermado cuando más tranquilos y asentados estábamos... Es una señal, hay que volver a subir al monte y caminar sin descanso. Es lo que mejor nos ha funcionado para prevenir la enfermedad.

Fotos: Excursión a Wanaka 1-10, Desde Casa, Cinema Paradiso, Tabla en la niebla, Telesilla en la niebla, Carlos rodeado.

Marmosetes en la Nieve

Del 10 al 15 de Agosto

Dicen que está siendo la mejor temporada de los últimos años 10 años. Llevamos una semana subiendo como locos a las pistas y parece que tanto la nieve como nuestras piernas cumplen las expectativas. ¡Esto de tener el pase de temporada es un gustazo! Especialmente cuando lo compramos tan barato que ya lo hemos amortizado en unos pocos días. (ahora los precios se han disparado debido a la calidad de la nieve y el pase cuesta como cuatro veces más, ja!).

El equipo, aunque de segunda (o tercera) mano responde y no hay pista que se nos resista. Básicamente hemos estado toda la semana en Coronet Peak porque la nieve está más fresca y el sol pega más fuerte. Las Remarkables en cambio se esconden tras un telón de nubes metálicas pero no corre prisa, tiempo al tiempo.

Durante una de nuestras diarias incursiones al “pico nevado” una muy grata noticia llega a nuestros oídos: Se van a celebrar los Winter Games en el Hemisferio Sur y ¿Adivinad quién va a ser sede de los juegos por primera vez en su historia? ¡Eso es, Nueva Zelanda!

Las competiciones comienzan el día 22 de Agosto y durante una semana vamos a poder ver en acción a los mejores riders del mundo, promete ser todo un espectáculo. Por lo pronto ya hemos asistido a unos cuantos entrenamientos de slalom junior y la verdad es que los tíos van lo que se dice “mangaos”, les ves pasar a lo Kevin Swantz, tocando con las rodillas en la nieve colina abajo y parece que se la van a pegar en cada curva. Impresiona ver la destreza con la que esta gente se mueve sobre la nieve. Lo único malo es que nos han cerrado las mejores pistas del recinto para que los “pros” puedan entrenar, pero ya se nos ocurrirá algo...

Las pistas cierran a las cuatro de la tarde pero si el día es claro siempre esperamos a que todo el mundo termine su último descenso mientras nosotros disfrutamos del silencio que nos brinda la montaña. Una tarde de sol la pasamos viendo despegar a los locos del parapente, eso si que es volar, sin motor, sin alas, en ningún ruido más que el susurro del viento...

Si por un lado está siendo la mejor temporada de nieve recordada en muchos años, también debemos decir que ha más nieve, más gente en la montaña y a más gente en la montaña más probabilidad de accidentes. Desafortunadamente se suman a la lista de defunciones un nuevo heli-esquiador desaparecido en una avalancha en Mount Hut y una turista que perdió la vida haciendo River Boarding en las aguas del río Kawarau en Queenstown. A los de Mad Dog, la compañía encargada de supervisar la atracción acuática se les va a caer el pelo por la falta seguridad.

Cambiando de tercio, las recomendaciones cinematográficas de la semana son “The Escapist” una película inglesa que cuenta la historia de un grupo de presos y su intento de huída. Curiosamente entre el reparto de actores figura el músico brasileño Seu Jorge, el papel de preso le viene que ni al pelo... La otra recomendación es Distrito 9, una sorprendente producción kiwi de ciencia ficción que dará mucho que hablar.

La buena noticia del día es que se ha cumplido la cuarentena en el Zoo de Wellington y por fin han dado carta blanca a Machu y Pichu, la primera pareja de marmosetes o “pocket monkeys” de Nueva Zelanda. ¡Son tan pequeños que en su madurez no llegan a pesar más de 120 gramos! Por algo éste mono pigmeo es el más pequeño del mundo.

¡Bienvenidos a las antípodas Machu y Pichu!

Fotos: Machu y Pichu 1, Machu y Pichu 2, Entrenamientos 1-3, Parapente 1-11

La Nieve Es Blanca, La Sangre Es Roja

Del 3 de Julio al 9 de Agosto

Nuestro primer encuentro con la nieve tuvo lugar en The Remarkables, una cordillera en la costa Sur-Oeste del lago Wakatipu. El nombre le viene dado por las impresionantes vistas que ofrece desde Queenstown, una inmensa pared de sólida roca que asciende hasta los 2340 metros de altitud en un ascenso prácticamente vertical.

A diferencia de las estaciones de esquí en Europa, aquí no hay una carretera que te lleve hasta un pueblo, donde se encuentra la estación. Para subir a Remarkables tuvimos que pasar ciertas dificultades. No sube una carretera sino más bien un camino de tierra, que luego se convierte en barro y después en algo impasable sin cadenas. No obstante nosotros estabamos preparados o eso creíamos. Habíamos comprado unas cadenas en Christchurch que ... resultaron ser más pequeñas de lo debido para que encajaran en nuestras ruedas.

"¡Maldito K****!" Tendremos que ajustar cuentas con el que nos las vendió cuando volvamos a CHCH... un dependiente desgraciado y taciturno, que nos aseguró que eran las cadenas perfectas para nuestro coche.

En fin, aquel primer día aparcamos el coche como pudimos en un lateral del camino, nos pusimos el equipo e hicimos dedo esperando que algún alma caritativa quisiera subirnos a la estación. Afortunadamente no tuvimos que esperar mucho y pronto estabamos esquiando.

El contacto con la nieve te hace ver las cosas de forma diferente. Ya habría tiempo de solucionar lo de las cadenas en otro momento.

El problema quedó resuelto a la mañana siguiente después de un pequeño paseo y un puñado de dolares. Después de aquello tuvimos todo el día para subir a la otra estación de esquí de Queenstown, Coronet Peak.

Coronet Peak está teniendo más y mejor nieve que Remarkables a pesar de no estar tan alto. Además la estación es más grande, el acceso más fácil y tiene más kilómetros esquiables. Remarkables es más un snowpark para dar saltos y bajar pistas dificiles.

No nos olvidamos de que estamos en Nueva Zelanda y aquí es todo muy precario y salvaje en cuanto te sales del camino. Todos los días un grito de agonía te lo recuerda cuando ves pasar una de las múltiples camillas que bajan las pistas con heridos. Si, también hay bastantes muertos. Estos días,sin ir más lejor, ha habido una avalancha en las inmediaciones de Coronet Peak que le ha quitado la vida a un chaval que estaba esquiando. Seguimos muy de cerca el rescate, si bien le acabaron encontrando 2 días después a dos metros y medio bajo la nieve.

Debemos tener algo de cuidado si queremos pasar aquí lo que resta de temporada... es algo que no dejamos de tener presente en todo momento.

Aún así siempre hay lugar para pasarlo bien y vivir nuevas experiencias. Este Viernes sin ir más lejos fuimos por primera vez a esquiar por la noche.

Vimos el anochecer desde la cumbre de la montaña. Si bien las estaciones no son nada especial (hay mejores y con mejor nieve en muchos lugares de Europa), las vistas son espectaculares. No hay muchos lugares en el mundo donde se pueda esquiar en un escenario tan extremadamente bello. Merece la pena subir hasta allí solo parta ver las vistas.

Entre descenso y descenso tuvimos el placer de ver salir la luna llena hasta situarse en todo lo alto, gobernando el horizonte...

Es muy gracioso no ver por donde vas y aún así bajar las pendientes. Solo tienen iluminada la pista principal con "algunos" focos y lo demás (lo más divertido) queda a oscuras. Me parece que va a ser algo que vamos a repetir bastantes veces en un futuro cercano.

Fotos: Vistas desde Coronet Peak 1-3, Miguel en la Cumbre, Carlos y la Luna, Speedy Spaniards, Anochecer 1-2, Advanced Downhill, Carlos, Estación bajo la Luna, La encrucijada y la Luna.

Bienvenidos Al Lujo

Del 31 de Julio al 2 de Agosto

"Buenas noches, somos Miguel y Carlos, dos encantadores y discretos españoles que... ¡¡¡Estamos deseando salir del agujero de podredumbre en el que estamos viviendo!!!"

En resumen, ésto es lo que pensábamos mientras cruzábamos el umbral de la puerta... Intentamos disimular nuestra ansiedad a toda costa, intentando ganarnos a los presentes inquilinos: Dos parejas de aburridos ingleses post-adolescentes. Durante la cena nos dieron el "si" definitivo y pudimos respirar hondo. La cena fue excelente, rica, sana y calentita, pero sobre todo supuso un alivio.

La casa desde donde escribimos ahora no tiene nada que ver con la anterior, gracias al cielo. La espera, las inumerables llamadas de teléfono y las múltiples visitas a otras casas, sin duda, merecieron la pena. Todo lo que podamos decir de nuestro nuevo hogar se quedará corto. Sencillamente es un apartamento de super lujo, de los que pocas veces se ven y menos se pueden disfrutar. Todo en él tiene aspecto de estar a estrenar: la cocina, los baños, las camas...

El ENORME salón está presidido por dos sofás de cuero y una televisión plana, acompañado de un equipo de música, DVD... y como no, un aparato de aire acondicionado. El comedor adjunto es fantástico, con una buena mesa de cristal y sillas de cuero blanco para procurar un cómodo reposo a seis personas. La cocina rebosa modernidad, diseño y pulcritud, goza de una espaciosa encimera para poder trabajar a gusto y mucho sitio donde almacenar enseres y utensilios.

El baño es impresionante, te dan ganas de hacer vida allí... las duchas son una gozada.... Las camas son grandes y treméndamente cómodas, hay días que te atrapan demasiado.

Hasta ahora no habíamos tenido la sensación de querer llegar a casa para pasar tiempo allí. Eso ha cambiado ahora... se está tan calentito y tan, tan bien...

Para más inri nos vienen a limpiar todas las semanas, tenemos internet, cuarto trastero y plaza de garaje.

La casa está a los piés del lago Wakatipu y tenemos unas vistas desde la terraza que te quitan el hipo... Mejor imposible.

Lo sorprendente del asunto es que pagamos lo mismo que en el cuchitril de Conrrado... y no tenemos que pagar 5 dólares y pedir permiso si queremos invitar a alguien.

La mudanza fue sencilla puesto que teníamos casi todo en el coche antes de hacerla. No nos atrevíamos a dejar nuestras cosas en el cuchitril por miedo a que "desaparecieran", las cámaras, los ordenadores, la guitarra y el bajo...

Ahora no solo no tenemos miedo sino que tocamos un par de horas, todos los días, al bajar de la montaña.

Para celebrar nuestro cambio de casa fuimos a ver a Cornerstone Roots. Ya les vimos en el Matariki Festival en Auckland, pero creimos que merecería la pena una segunda escucha para valorarles como es debido. Fue divertido, después del concierto hablamos con ellos un rato y nos fuimos a nuestro nuevo hogar a descansar.

Con nuestros nuevos compañeros de piso nos llevamos muy bien aunque no coincidimos mucho en horarios... suelen meterse en la cama antes de las 20:00... estos ingleses no tienen punto medio... Eso si se pasan todo el día haciendo muffins, jejejeje

Hemos conseguido mejorar sustancialmente nuestra calidad de vida en apenas unos días. Ahora todo lo que queda es disfrutar de ella.

Llegar de la montaña, ducharse, tocar, cenar a gustito y verse una peli es todo un lujo del que apenas hemos disfrutado en estos meses y lo agradecemos enormemente.

Chiqui y Carlos nos vinieron a visitar el día después de nuestra mudanza, cenamos con ellos y quedamos en vernos pronto. Ellos pasarán un tiempo en Wanaka y pobablemente vuelvan a Queenstown a mediados de Agosto. Mientras más seamos para esquiar, mejor.

Todas las fotos son a los pies de nuestra casa...

Fotos: Carlos Entre las Ramas 1-2, Miguel con las Remarkables al Fondo 1-2, Muelle, Remarkables, Muelle y Árbol, El Perro Felps.