La Nieve Es Blanca, La Sangre Es Roja

Del 3 de Julio al 9 de Agosto

Nuestro primer encuentro con la nieve tuvo lugar en The Remarkables, una cordillera en la costa Sur-Oeste del lago Wakatipu. El nombre le viene dado por las impresionantes vistas que ofrece desde Queenstown, una inmensa pared de sólida roca que asciende hasta los 2340 metros de altitud en un ascenso prácticamente vertical.

A diferencia de las estaciones de esquí en Europa, aquí no hay una carretera que te lleve hasta un pueblo, donde se encuentra la estación. Para subir a Remarkables tuvimos que pasar ciertas dificultades. No sube una carretera sino más bien un camino de tierra, que luego se convierte en barro y después en algo impasable sin cadenas. No obstante nosotros estabamos preparados o eso creíamos. Habíamos comprado unas cadenas en Christchurch que ... resultaron ser más pequeñas de lo debido para que encajaran en nuestras ruedas.

"¡Maldito K****!" Tendremos que ajustar cuentas con el que nos las vendió cuando volvamos a CHCH... un dependiente desgraciado y taciturno, que nos aseguró que eran las cadenas perfectas para nuestro coche.

En fin, aquel primer día aparcamos el coche como pudimos en un lateral del camino, nos pusimos el equipo e hicimos dedo esperando que algún alma caritativa quisiera subirnos a la estación. Afortunadamente no tuvimos que esperar mucho y pronto estabamos esquiando.

El contacto con la nieve te hace ver las cosas de forma diferente. Ya habría tiempo de solucionar lo de las cadenas en otro momento.

El problema quedó resuelto a la mañana siguiente después de un pequeño paseo y un puñado de dolares. Después de aquello tuvimos todo el día para subir a la otra estación de esquí de Queenstown, Coronet Peak.

Coronet Peak está teniendo más y mejor nieve que Remarkables a pesar de no estar tan alto. Además la estación es más grande, el acceso más fácil y tiene más kilómetros esquiables. Remarkables es más un snowpark para dar saltos y bajar pistas dificiles.

No nos olvidamos de que estamos en Nueva Zelanda y aquí es todo muy precario y salvaje en cuanto te sales del camino. Todos los días un grito de agonía te lo recuerda cuando ves pasar una de las múltiples camillas que bajan las pistas con heridos. Si, también hay bastantes muertos. Estos días,sin ir más lejor, ha habido una avalancha en las inmediaciones de Coronet Peak que le ha quitado la vida a un chaval que estaba esquiando. Seguimos muy de cerca el rescate, si bien le acabaron encontrando 2 días después a dos metros y medio bajo la nieve.

Debemos tener algo de cuidado si queremos pasar aquí lo que resta de temporada... es algo que no dejamos de tener presente en todo momento.

Aún así siempre hay lugar para pasarlo bien y vivir nuevas experiencias. Este Viernes sin ir más lejos fuimos por primera vez a esquiar por la noche.

Vimos el anochecer desde la cumbre de la montaña. Si bien las estaciones no son nada especial (hay mejores y con mejor nieve en muchos lugares de Europa), las vistas son espectaculares. No hay muchos lugares en el mundo donde se pueda esquiar en un escenario tan extremadamente bello. Merece la pena subir hasta allí solo parta ver las vistas.

Entre descenso y descenso tuvimos el placer de ver salir la luna llena hasta situarse en todo lo alto, gobernando el horizonte...

Es muy gracioso no ver por donde vas y aún así bajar las pendientes. Solo tienen iluminada la pista principal con "algunos" focos y lo demás (lo más divertido) queda a oscuras. Me parece que va a ser algo que vamos a repetir bastantes veces en un futuro cercano.

Fotos: Vistas desde Coronet Peak 1-3, Miguel en la Cumbre, Carlos y la Luna, Speedy Spaniards, Anochecer 1-2, Advanced Downhill, Carlos, Estación bajo la Luna, La encrucijada y la Luna.

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