Vértigo

Del 22 al 27 de Agosto

Esta vez salimos airosos de la enfermedad que nos mantuvo postrados unos días. Largos días al calor de los radiadores y las mantitas, leyendo, tocando y viendo la maldita televisión. Otra cosa no, pero nos cuidamos que da gusto y hemos comido como reyes. Las sopitas y caldos están a la orden del día.

Para pasar el rato fuimos a ver la última película de Tarantino... ¡Madre mía! ¿Qué se ha estado tomando ese hombre ultimamente? La peli es buena, las escenas largas, sencillas y tensas, la historia... de locos.

El 25 fue el cumpleaños de Carlos (el primo de Carlos). Salimos por la noche a cenar y a tomar algo. Fuimos a un restaurante decorado como si se tratara el interior de un galeón, las paredes curvadas e iluminado por velas. Un sitio muy especial, sin duda, y la cena fue excelente,riquísima... mmmm...

Al día siguiente no hubo forma humana de madrugar para subir a pistas, con lo cual aprovechamos el día para conocer un poco mejor lo que ahora podríamos decir que es nuestro pueblo:Queenstown . Paseamos por la orilla del lago y exploramos el principal parque de la ciudad. Precioso, está a la orilla del lago y tiene un circuito de frisbi-golf. Cabe decir que los abuelos en Nueva Zelanda también juegan a la petanca, aunque en su versión más "fina".

Desde lo alto de la montaña la mente vuela. Viaja en todas direcciones dejándose llevar por el viento, fijándose en los riscos por un momento para después planear suavemente por los valles que los rodean. Mientras, el tiempo pasa tan rápido que en ocasiones da vértigo, asusta. Al llegar a casa tras otro magnífico día en la nieve caes en la cuenta de que es un día menos que te queda por disfrutar en este extraño pero confortable paraíso, y si, asusta.

Asusta casi tanto como el tiempo que ha hecho últimamente en la montaña. Los Winter Games han sufrido las consecuencias y hemos asistido a multitud de cancelaciones y aplazamientos de las competiciones... el viento, la lluvia, la nieve... se lo han puesto muy difícil a la organización. Las marcas en las pruebas de velocidad, entre otras cosas, han estado muy por debajo de lo esperado... No obstante los equipos han estado contentos puesto que han podido hacer un entrenamiento muy duro, que les prepara para las inminentes olimpiadas.

Los Winter Games han sido el entretenimiento principal estos días. Subir a la montaña, eskiar un rato, ver un poco de la competición y seguir subiendo y bajando.

Asistimos en las Remarkables a la competición de saltos free-style de esquí. Afortunadamente ha sido uno de los únicos días soleados que ha hecho esta semana. Todavía recuperándonos de lo nuestro, vimos cómo los chavales volaban por los aires haciendo toda clase de cabriolas, figuras y piruetas. La sorpresa ladió Beau-James Wells, un chaval de 13 años, natural de Wanaka, que con su corta edad daba unos brincos de escándalo. Su hermano mayor, Byron Wells, también compite y quedó tercero en la prueba de Big Jump.

Curiosamente los entrenamientos de slalom se desarrollaron en días de mejor tiempo que las competiciones. Ha sido una verdadera pasada ver a los competidores lanzarse montaña abajo a velocidades extremas, es sencillamente impresionante.

Lo cierto es que nosotros estábamos deseando que llegara el mal tiempo... la nieve se estaba derritiendo demasiado rápido con el sol y el calor que nos había estado haciendo en las semanas precedentes. Así que nos hemos puesto la mar de contentos con la llegada temporal. ¡Cuanta más nieve mejor!

Subir a las Remarkables siempre ha sido un reto, más aún cuando las condiciones climatológicas no son las más agradables, pero es uno de esos sitios que siempre alberga sorpresas. Entre ellas la más especial fue el reciente encuentro que hemos tenido con lasKias. Son preciosas cuando te sobrevuelan con un vuelo rasante y puedes ver el cuidado plumaje que tienen en el reverso de las alas. Son tan súmamente curiosas que se posan a tu vera y te ofrecen una larga y analítica mirada... te inspeccionan de arriba a abajo, miran todo lo que llevas y si les interesas se acercan y sino... a otra osa mariposa.

Como ya sabes, Coronet Peak es la estación más grande y a la que más acudimos, aunque la nieve no es necesariamente la mejor sino todo lo contrario. Las Remarkables tienen una estación más pequeña y de más difícil acceso, pero suele tener mejor nieve. Está muy bien protegida del viento a casi 2000 metros de altura, en un espectacular valle que bien podría ser el cráter de un volcán. Además ésta pequeña estación tiene una de las pistas más rápidas que hayamos hecho. La pendiente es buena y la nieve dura, es corta pero alcanzamos unas velocidades de vértigo... da verdadero miedo vernos bajar.

No sé por qué, todo esto me recuerda un dato muy curioso que no hemos revelado en éste, nuestro humilde blog. Si os acordáis, cuando estuvimos en Stewart Island caminamos durante horas por la interminable playa de una enorme bahía, Mason Bay. Ésta bahía es producto de la caída de un meteorito gigantesco que hizo temblar la Tierra. Un montón de fauna marina acabó dispersa por diferentes puntos de la isla... imaginaros un tiburón o una ballena en el pico de una montaña... en fin, ahí queda eso.

Fotos: Un Poste?, Homenaje al Alpinista Caído, Arco Iris, Kia Alpina, Saltos 1-5, Entrega de Premios, Menudos Pájaros 1-2, Carlos Cruzando la Barrera, Kia Infraganti.


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