Piedra Mágica

Del 3 al 7 de Octubre

Siempre que estamos en CHCH sentimos la urgencia de salir disparados a la montaña, a la selva o al bosque. Los días en la ciudad pasan demasiado rápido. No obstante llenamos la agenda de cosas por hacer y resultan más que divertidos.

Pasamos por la Christchurch Art Gallery (Te Puna O Waiwhetu) un día de lluvia... Y otro día de lluvia nos fuimos a pescar al Río Ashley con Tracy. Aprendimos a pescar con mosca y con cucharilla pero no tuvimos demasiada suerte con los peces. Eso si, Miguel consiguió pescar una buena piedra y su propio gorro. No lograríamosmos pescar peces pero anduvimos por la vera del río un buen tramo y pasamos todo el día disfrutando del entorno. Nos trajimos a Luna con nosotros, que disfrutó más que ninguno. En una ocasión asustó tanto a una liebre que la pobre, por salvar su vida, acabó nadando para cruzar a la otra orilla del río.

Como sabéis, por aquí no somos los únicos en hacer deporte, ni mucho menos. Tuvimos el placer de ver a Laura cruzar la línea de meta, y así quedar doceava de su categoría, del Triatlón femenino de CHCH. ¡Qué campeona! Tuvo que nadar, correr y montar en bici una mañana que había aviso de nevada. ¡Qué frío! Pero a pesar de ello, lo consigió, con mucho mérito.

La mañana del martes día 6 salimos de CHCH con rumbo al Oeste. Cruzaríamos el precioso Arthur´s Pass, pasando por todos esos paisajes de postal que te quitan el hipo. Hicimos una parada obligada en Castle Hill, a 700 metros de altitud, donde pasamos toda la tarde. Lugar sagrado para los maoríes, con sus impresionantes formaciones rocosas, es uno de los mejores del mundo para practicar la escalada. La catedral de Chritchurch está hecha con rocas de éste lugar. Es un lugar mágico.

Llegamos a Hokitika durante el atardecer, el sol poniéndose sobre el mar de Tasmania.

Hokitika es un pueblo de poco más de 3000 personas, casi 4000 si contamos los alrededores. Fundada en 1864 fue una de las ciudades más grandes del país, gracias a la fiebre del oro, que atrajo a gente de todo el mundo. El declive en su población ha sido muy importante, todos los jóvenes salen de Hokitika en cuanto tienen la oportunidad. El 30% de los contribuyentes viven fuera de Hokitika. Actualmente el pueblo vive prácticamente del Jade. Es uno de los dos únicos lugares en Nueva Zelanda donde se puede encontrar "Pounamu" en grandes cantidades.

Cuando se hizo noche cerrada, después de cenar, fuimos a ver unos "glow worms" a una gruta cercana. El brillo de la saliva de los gusanos iluminando el bosque como iluminan el cielo las estrellas.

Al día siguiente decidimos dar una vuelta por los alrededores de Hokitika. Así es como descubrimos que la zona es de las más hermosas por las que hemos pasado. La costa Oeste alberga una densa vegetación, entre los alpes y la costa, uno de los lugares del mundo que más precipitaciones recibe. El suelo está, por tanto, cubierto por un impenetrable manto de selva virgen.

Dimos un paseo alrededor del lago Kaniere, en torno al cual hay vastos bosques de Kahikateas de más de 500 años. Los primeros maoríes utilizaban multitud de plantas, que aquí se encuentran, para diversos usos. Entre ellas la Putaputaweta, que usaban para hacer hachas y otras herramientas, y el Makomako, con el que hacían infusiones para el dolor de ojos y pomadas para las quemaduras.

Cuando por la tarde volvimos al pueblo, paramos en casa de Graham Cox en la carretera del Bluespur. Graham había trabajado durante 30 años para la primera fábrica de talla de Jade de Hokitika. Él y su equipo se encargaban de subir al nacimiento de río Arahura con una sierra de filo de diamante para cortar piedras enormes (de muchas toneladas) de Jade. El lugar es tan inaccesible que tenían que sacar las rocas de la selva en helicóptero. Nos contó que él dejó el negocio cuando en el año 1997 el gobierno neozelandés cedió los derechos del río a los maoríes. Desde entonces las licencias de explotación son muy escasas y se tienen que negociar con las caóticas tribus del lugar.

En su pequeño taller nos mostró cómo se corta y pule el Jade. Cómo se talla para darle las formas tradicionales de los maoríes. Nos mostró rocas que tenía desde los setenta y que aún seguía tallando. Hay varios tipos de Jade neozelandés, normalmente tienen lo que llaman flores de Jade y suele ser traslúcido. Nos enseñó el Jade negro que se encuentra en Australia y nos advirtió de que mucho del Jade que se vende en Nueva Zelanda es traido de la colombia británica...

La puesta de sol en la playa se hizo tranquila y agradable... parecíamos dos toreas picoteando la arena mientras caminabamos cabizbajos buscando la piedra perfecta.

Fotos: Pesca 1-2, castle Hill 1-11, Arthur´s Pass, Lago Kaniere.

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