Una vez mas luce el sol volvemos al bosque de helechos y al barro.
Atrás quedan las montanas para dar paso a las dunas y la playa. El paisaje es de lo mas parecido a "El Planeta de los simios" solo que ni nosotros somos Carlton Heston ni en la playa nos espera la estatua de la Libertad.
Hoy el camino es de cinco horitas así que tendremos tiempo para descansar y comernos la carne de ciervo.
Las playas son kilométricas y solitarias.
Llegamos al Hut a la hora de comer, las vistas son increibles. Nos encontramos en un precipicio que da al mar dirección Oeste así que la caída del sol sera preciosa.
Nos aseamos y nos ponemos a preparar la comida, CARNE!!!!! (Nota: Acordaros siempre de limpiar bien la carne, especialmente si es de ciervo...)
Pocas veces valoras tanto las preciadas proteínas como cuando estas tantos días a base de los hidratos de carbono que te dan los terribles noodles. (Madres: no os preocupeis porque de verdad que nos estamos alimentando muy bien, de verdad)
Buah! Que gustazo de comida!! Que energia!!
Con las energía renovadas nos bajamos a inspeccionar unas cuevas que conectan nuestra playa con la que esta al otro lado de la colina.
Mientras tanto aparecen tres nuevos viajeros. Me parece que nos van a dar el viajecito...
Esa misma noche Carlos ve un ciervo y se lleva un susto de muerte. También escuchamos a un Kiwi que merodea cerca del hut.
Al día siguiente nos despertamos pronto y dejamos durmiendo al "equipo lamprea" menuda panda de pesaos, a ver si los dejamos atrás...
Comenzamos la mañana descendiendo a una playa de arenas movedizas. Tampoco es para tanto pero la verdad es que hay un momento en el que la arena te llega por las rodillas y no es que seamos particularmente bajitos...
Volvemos al bosque y al barro, y al barro , y al barro....y mas barro.
Menos mal que hemos ido reduciendo peso de las mochilas a base de comer como cenutrios mientras tres pares de ojos hambrientos nos miran con envidia..
Vuelven los Speedy Spaniards.
El día se puede resumir en: Huida y pies en polvorosa para que mas tarde nos vuelvan a dar la nochecita con la comida y la variada orquestacion de sonidos guturales.
Nuevo amenecer, nuevo día de sol y brisa marina.
Comenzamos a caminar y siete horas y 15km mas tarde llegamos a nuestro destino. A la izquierda se puede divisar el interior de la isla con sus pantanos y praderas. A la derecha y bajo una inmensa montana de dunas mas bosque y a lo lejos el mar.
Otra puesta de sol sobrecojedora encaramados a las dunas.
Esa noche y tras la ya usual carita de oveja degollada de nuestro nuevo grupo de amigos suplicando por comida, Carlos y Yo nos vamos a dar un paseo nocturno.
Nuevamente la suerte esta de nuestro lado.
Caminando en silencio escuchamos un leve esnifar entre los arbustos, nos acercamos y encendemos nuestras linternas...
A tan solo unos metros un Kiwi Moteado. Los Kiwis moteados son mas pequeños y aparentemente mas tontos porque estuvimos mas de quince minutos viendo como urgaba la tierra buscando gusanos y no se percato de nuestra presencia. Acabamos acercándonos tanto que nos tuvimos que retirar un par de centímetros porque casi me pica un pie! No me extraña que sean presa fácil, los pobres pajarillos están empanaos!!
Al final le dejamos irse.
Esa misma noche también vimos un Possum, buenos mas bien el reflejo de sus ojos rojos encaramados en la copa de un árbol. Gollum, Gollumm...
A dormir...
Fotos: Playa de Dunas, Vista 1, Arenas Movedizas, Entrada a la Playa, En la Cumbre, Miguel en las Dunas, Vista desde el hut.
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