Descenso, Playas y Hamburguesas

18 de Junio

Amanece en Kaurenga y sobre dos mesas de acero inoxidable dos crisálidas entran en convulsión. Los españoles han despertado.

Aunque anoche heló, decidimos bajar por el Billy Goat Rail Track, una antigua vía de tren en pronunciada pendiente por la que bajaban los troncos cuando no se podía hacer uso del poder del agua. Por cierto, la carretilla con los troncos iba tirada por una veintena de bueyes comandados por una única persona encargada de hacerles frenar tirando de un cable o en el peor de los casos haciendo uso de la suela de sus botas.

El descenso es fácil y en nada llegamos al coche. Esperamos a los franceses y les acercamos de nuevo a Thames. De camino al pueblo me viene a la mente una foto en blanco y negro que vi en la escalera del hostal: Dos leñadores apoyados en un tronco que les dobla en altura.

Tras la despedida de rigor volvemos al coche y recorremos la costa oeste de la península para luego cruzar por el interior y acabar en Whitianga, en la costa este. Paramos en un hostal al pie del lago, descargamos el equipaje y sin más dilación ponemos rumbo a Catedral Beach.

La playa está más lejos de lo que creíamos (a unos 50 minutos del aparcamiento) pero si nos damos prisa llegaremos a tiempo para ver la puesta de sol, así que decidimos hacer la primera parte del camino corriendo.

Llegamos sobrados de tiempo, el sol todavía sigue suspendido en el cielo. La playa es pequeña pero muy bonita, por lo visto el agua ha ido perforando el interior de la roca creando cuevas subterráneas. Fotos varias y corriendo a la Hot Water Beach, ¡Igual nos da tiempo!

Para cuando llegamos el sol se pone sobre una playa en cuyo interior dormita una roca ígnea a más de 170ºC. Basta con cavar metro y medio en la arena para notar el calor del agua en la planta de los pies, ¡Alcanza los 65ºC!.

De camino a Whitianga paramos en un supermercado para hacer la compra. Estamos hambrientos, reventados y pasados de rosca. Desde que salimos del bosque no hemos parado quietos...

Llegando al hostal vemos un cartel que dice: “Hoy hamburguesa de la casa, patatas y pinta de cerveza, ocho dólares”. ¡Poco más y tiro del freno de mano!

Esa noche cada uno desembolsamos dieciséis dólares y con la tripa hinchada nos fuimos a la cama, pero eso sí, no sin antes hacer nuestra tabla de ejercicios, por supuesto...

Fotos: Ponga 1, Descenso, Ponga 2, Ponga 3, Kauarenga, Cathedral 1 al 13, Vacas.

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